sábado, 9 de junio de 2012

Orquídeas en el Parque San Miguel 1

Abejera (Ophrys speculum). Foto: Ricardo Zaldívar
No hace falta irse muy lejos para disfrutar la naturaleza, los paisajes exóticos y las especies nuevas son eso, salidas de la rutina que nos hacen despertar la curiosidad en el tiempo de ocio. Pero esa curiosidad naturalista no puede quedarse dormida entre salida y salida o entre viaje y viaje, así que no está de más ir practicando y dejándose sorprender por lo más cercano, lo rutinario, lo de todos los días, donde también hay cosas por “descubrir”. Esto viene al caso porque hace unas semanas, la primera de quincena de mayo, pudimos comprobar como en el rutinario recorrido de media mañana de la oficina de Tragsa de Logroño a la cafetería donde solemos ir a desayunar había algo especial.





Aceras antropophorum Foto: César MªAguilar
En uno de los taludes de hierba del parque de San Miguel, expuesto a una avenida con cuatro carriles, estaban empezando a brotar unas rosetas de hojas raras en el césped. Las lluvias del mes de abril, el fuerte calor de mayo y una segadora que afortunadamente no controló la hierba a tiempo, nos permitieron disfrutar de varias especies de orquídeas durante varias semanas. Especies naturales poco llamativas para quien no mire atentamente, ya que en ellas predominaban los colores verdosos que las hacían discretas sobre el césped. Una de ellas era Aceras antropophorum o flor del hombre ahorcado en la que cada una de sus flores que aparecen en una espiga erecta tiene el aspecto de un hombrecillo colgado.




Abejera (Ophrys apifera). Foto: César MªAguilar
En la flor del hombre ahorcado la unión de tres sépalos da la forma de un casco o cabeza y bajo el sobresale un labelo largo y partido en cuatro partes con la apariencia de brazos y piernas como si fuera un monigote colgado. Pero si esas similitudes son más bien aleatorias, no ocurre lo mismo en las flores de otro grupo de orquídeas que encontramos, las abejeras. Las orquídeas abejeras presentan labelos complejos que imitan el abdomen de una abeja que funcionan como reclamo visual para que los machos lleguen allí a copular . Pero las abejeras no solo se valen de la imitación visual, también segregan aromas que imitan a las feromonas de las hembras de las abejas. Con esos reclamos los machos acuden a efectuar la cópula sobre ese labelo. 


 
Abejera (Ophrys sphegodes). Ricardo Zaldívar
Con el movimiento del intento de cópula,  una estructura que aglutina granos de polen en las orquídeas llamado polinio, queda pegado al dorso de la abeja. El macho lo llevará pegado a la espalda y cuando caiga en un nuevo engaño favorecerá la fecundación cruzada. La primera de las especies de abejeras que vimos en el talud del parque San Miguel fue Ophrys speculum que imita el abdomen irisado de la abeja con un gran realismo y que añade a la estructura múltiples filamentos a modo de pelillos. Luego aparecieron otras como Ophrys sphegodes y Ophrys apifera, esta última con unos sépalos rosas que la hacen algo más llamativa.

1 comentario:

  1. Ya casi ni quedan....esperaremos al año que viene. Buena entrada, jeje.

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